miércoles, 28 de abril de 2010

El Álamo de Boyacá

Hace poco tuve la oportunidad de viajar a San Antonio, Texas. Es una ciudad muy bonita, y como buenos gringos, le sacan provecho a cada detallito. San Antonio formaba parte de México hace más de 200 años, así que su estilo es muy colonial, al estilo español. Tienen una zona llamada La Villita -sí, en español- en donde tienen un comercio en el que los gringos se enloquecen comprando vainas. Ok, los gringos turistas, y los no gringos turistas. Pero les cuento: esa vaina es igualitica a lo que vemos nosotros en Bogotá en La Candelaria, en Villa de Leyva, y en el 90% de las poblaciones de nuestro país. A lo que quiero llegar es a que nosotros tenemos una riqueza cultural y arquitectónica impresionantes pero tristemente no les sacamos provecho, como voy a exponerles a continuación, con un caso concreto: La Batalla de El Álamo.



Cito textual: "La Batalla de El Álamo consistió en un asedio de 13 días de duración". Los señores SanAntonienses, SanAntoninos, SanToños o como se llamen, tienen todo un complejo turístico alrededor de la vaina esta. Hay un río que se llama (todos juntoooosss:) Saaaan Antoniooo, y en sus orillas hay cualquier cantidad de hoteles -de la talla del Marriot, Hilton, Hyatt- restaurantes y demases, que por supuesto atraen mucha gente y, sobretodo, la hacen gastar. Tienen un recorrido en barquita por el río -como se ve en la foto-, donde los guías están absolutamente preparados y hablan con total propiedad y pasión de cuanta pendejada haya pasado, como la manera en que construyeron tal hotel, la cantidad de personas que se casan en la capilla de aquel otro hotel... sólo les faltó la cantidad de plumas que sueltan los patos lugareños. Hablo en serio. Ellos saben cómo sacarle provecho a todo. Y es muy bonito el lugar, no lo niego. Pero nosotros también tenemos cosas así. Hagan de cuenta que es como la zona T, pero más grande y con un río en la mitad. Eso sí, un poquito menos ruidoso y más "classy", si se quiere. Y pónganle al lado de eso una calle cualquiera del parque de Usaquén, donde vendan maricaditas. Y listo.

Ok, pasemos ahora al cuento de la batalla como tal. La batalla inició la separación de estos territorios de México, la independencia de Texas. Hay allí un fuerte colonial, bien conservado, con una iglesia -por supuesto ya no es iglesia sino museo- y varios comercios en donde puedes comprar hasta banderas de los ejércitos de aquel entonces. Tienen una maqueta, bastante gráfica ella -sangre, descuartizados, humo, bayonetas...- representando lo que sería la batalla. Por supuesto hay también varios guías y policías que lo hacen sentir a uno en el mismísimo centro de la humanidad. Muy tramador y todo pero, vuelvo a lo mismo, nosotros tenemos las mismas cosas y hasta más.

Si nos vamos a los números, El Álamo contó con más o menos unos 1500 soldados y duró 13 días. Varios cañones, un asedio, toma del fuerte, persecución y muerte. Impresionante, ¿no? Pasemos ahora a otra batalla que quizás conozcan. De hecho, espero que conozcan: La batalla de Boyacá.


Esta batalla contó con 5521 combatientes, según wikipedia. Mejor copio:

Las tropas republicanas se conformaban del siguiente modo:

Número de combatientes: 2.851 
Comandante en Jefe:General Simón Bolivar. 
División de Vanguardia:General Francisco de Paula Santander. 
División de Retaguardia: General José Antonio Anzoátegui. 
Jefe del Estado Mayor: General Carlos Soublette. 
Procedencias de los soldados: En su mayoría de Venezuela y Colombia (granadinos). Notable presencia extranjera, como la legión británica. 
Bajas: 13. 
Heridos: 53. 

Las tropas realistas se conformaban del siguiente modo:

Número de combatientes: 2.670 (Infantería 2.300; Caballería 350; Artillería 20). 
Tercera División del Ejército Expedicionario de Costa Firme. 
Jefe al mando: Brigadier José María Barreiro. 
Jefe del Estado Mayor: Sebastián Díaz. 
Vanguardia al mando del coronel Francisco Jiménez. 
Procedencias de los soldados: son tropas americanas en su totalidad, originarias de Venezuela y Colombia (granadinos) , excepto el estado mayor que es originario de España. 
Bajas: aproximadamente 100 hombres. 
Heridos: 150. 
Prisioneros: 1.600. 

Analicemos: Había al menos 4 generales del lado republicano, incluso había presencia de la legión británica (yo no tenía idea de esto). De 2851 combatientes, hubo 13 bajas y 53 heridos, según wikipedia. Perdónenme, pero esto sí me parece impresionante. Muchos duros, pa qué ! Del lado Realista hubo un brigadier y un coronel. De los 2670 hombres, entre los que había caballería y artillería, hubo 100 bajas, 150 heridos y MIL SEISCIENTOS PRISIONEROS!! Juemadre, esos criollos eran unos berracos!! Insisto. A punta de ruana y machete le dieron chumbimba a los chapetones. Eso sí fue una batalla la hijuemadre!! 

Entonces ahí es cuando uno se va para El Puente de Boyacá a conocer el lugar en el que ocurrió semejante proeza. ¿Y con qué se encuentra? Pues con eso, con un puente. Un puentecito, chiquito, bien conservadito eso sí, que permite el paso por un río más chiquito que el caño de la 127. Juemadre, es que uno con esos números se imagina que el puente debió ser poco menos que el de San Francisco. Pero es que hay que poner las cosas en perspectiva: el puente es el punto de referencia, no el lugar en el que ocurrió todo todito. Bueno, seamos justos, al puente lo acompañan una placita y un monumento con unas banderas grandísimas, un frío el más berriondo y un par de gaminsitos que cuidan los carros, mono. Tengo entendido que hay unos niños que relatan de memoria unas frases alusivas a la independencia. Frío, grande, poco acogedor. Pero pues con semejante historia, deberíamos tener todo un complejo turístico alrededor. Y más ahora con el bicentenario. Ahí nos faltó visión. Desde hace cinco años debimos promover el sitio entre los inversionistas y ahorita tendríamos varios hoteles, de la mejor calidad.

Sigamos con otra comparación: En El Álamo narran con todo fervor unos señores -cuchos- debidamente uniformados los apartes de la gran batalla, mientras la gente boquiabierta aprende cómo estos texanos valientes les lanzaron una bala de cañón envuelta en una bandera que decía algo como "Vénganse, malandros mexicanos" ("come and get it"). Gringos atarbanes atrevidos estos. Lo curioso es que venden réplicas de la bandera, camisetas con la leyenda y toda suerte de maricaditas alusivas.

Leyendo sobre la Batalla de Boyacá y el Pantano de Vargas, les cuento que me emocioné y todo. Íbamos perdiendo pero los manes eran unos duros y se hicieron una estrategia digna de todos los Age of Empires y Star Craft juntos. De esta campaña  surgieron frases como "Salve usted la Patria", "Este es el momento de vencer o morir" que, francamente, me parecen mucho mejores que "Vénganse, a ver si son tan machitos", camorreros...

Lean esto acerca de James Rooke, que fue el comandante de la legión británica en nuestro movimiento de independencia: 
El coronel James Rooke, herido en el campo de batalla, fue atendido por un médico que le amputó un brazo sin que él diera queja alguna: luego de esto, tomó el brazo desprendido con la otra mano y lo levantó gritando ¡Viva la patria!. El médico, curioso, le preguntó Which Country? Ireland or England? (¿Cuál patria Irlanda o Inglaterra?) y él movió la cabeza negativamente, y contestó The Country which will bury me (La patria que me dará sepultura). Rooke moriría esa misma noche.

Ya no les cuento más historia, ya me alargué mucho. Pero créanme que hay mucha historia por ahí, y muy emocionante. Si tuviéramos nuestro Hollywood, eso daría para cantidades exorbitantes de películas, habría juegos de video de Bolivar contra Santander, tendríamos Age of Empires The Criollan Armies, Mortal Kombat: the machete death. Y así. Es que en serio, Bolivar le dio libertad a la medio pendejadita de 5 PAISES !! El man era teso, y con él muchos más como Santander, Rondón y Anzoátegui. Sabían que a los llaneros les decían lanceros? Y que el curso de lanceros es de los más exigentes del mundo militar? A Simón Bolivar le tienen monumento en Francia. ¿Cuántos monumentos habrá en Europa del señor Houston, o de David Crocket? Es que esos manes comen chitos al lado de nuestros próceres. Lo digo de corazón.

Deberíamos tener el pantano de Vargas y el puente de Boyacá atiborrado de hoteles, guías bilingües, banderas, botones conmemorativos, réplicas de las bayonetas y hasta herraduras de Palomo, el caballo, autografiadas y todo. Deberíamos sacarle plata a todo eso y recuperar de manera simbólica y económica todo el oro que nos sacaron los chapetones. Todavía podemos. Humilde opinión.

miércoles, 21 de abril de 2010

No estoy trasnochado, estoy madrugado

Yo pertenezco a esa parte de la humanidad que odia madrugar y adora trasnochar. Yo soy de esos que sufre cuando le programan reuniones a las 7 am, o que no le parece productivo llegar a las 8 am, sobretodo porque esa es la hora estandar para entrar a trabajar, así que media ciudad se vuelca a las calles entre 7 y 8 de la mañana. Prefiero llegar a las 9 y trabajar hasta las 7 u 8 pm, cuando las vías están un poco más solas y no hay tanto trancón. Además que después de las 6 se alcanzan unos niveles de concentración imposibles a las 8 de la madrugada. Ya no suenan tanto los teléfonos, no hay tanta gente en la oficina que te desconcentre, el jefe se ha ido y se trabaja más a gusto. Ojalá uno pudiera ponerse el estatus de "ocupado" como en los messenger para que la gente no venga a preguntarte pendejadas. Yo no soy de los que miran rayado cuando alguien viene y me habla como para hacerles entender el mensaje, sino que hablo y atiendo a quien se acerca, pero en labores como a las que me dedico actualmente hay que concentrarse mucho y salir de ese inframundo cuesta. El skill social se reduce al máximo y me toma algo de tiempo volver a ser persona, pregúntenle a mi ex novia que siempre me lo criticaba cuando me recogía después del trabajo. Es por eso que prefiero trabajar en la noche o ser un ser nocturno. Y no es que sea asocial, por el contrario. Pero infortunadamente mis labores actuales implican que socialice muy poco. ¿O es que cuántos desarrolladores de software conocen que sean sociables? Somos de lo más aburridor del mundo, yo mismo nos padezco (y compadezco) ¿Cuántos son catalogados como "bacanes" y se van de rumba y bailan desde un currulao hasta el himno nacional? Pocos, de seguro. Ok, pero me estoy saliendo del tema, que es lo de la madrugada.

Cuando me levanto muy temprano en la mañana, ando con dolor de cabeza, mal genio, aletargamiento y desgano que, por supuesto, me duran hasta que me acueste a dormir. Uno se levanta lelo, con el tiempo medido, desayuna de afán, o sencillamente lo hace en el camino o en la misma oficina. Sale uno de la cama y aún con los ojos entrecerrados se asesta sendo golpe contra el borde de la cama, justo en el dedo más pequeño del pié -hasta donde yo sé, los dedos de los piés no tienen nombre, cuánta discriminación Señor bendito, ellos también tienen derechos-. En fin, queda uno jodido todo el día.

Por otro lado, cuando uno está madrugado, no hay manera de desmadrugar. Eso implica regresar el tiempo, hazaña que sólo le he visto a Supermán en su tercera película. En cambio sí se puede dejar de trasnochar, de hecho el proceso es bastante simple: acuéstate a dormir. Si uno está cansado porque anda trasnochando perfectamente puede decir "caracoles, creo que me dio sueño, no trasnocho más y me iré a dormir" o algo por el estilo. Pero si madrugaste ¿cómo vas a decir: "cáspita, me llama Morfeo, mejor no madrugo más, regreso el tiempo a las 6 am y no me levanto"? Es físicamente imposible, al menos con la física que me enseñaron en el colegio (de relativismo no hablemos, que estoy madrugado, gracias).

Desde mi punto de vista las mejores cosas pasan de noche, como los debates presidenciales, que se están acabando a la media noche y eso que dando un miserable minuto por respuesta. Los partidos de futbol, baloncesto y futbol americano suelen ser por la noche. Si vemos clásicos Barcelona - Real Madrid a las 2 es porque allá en España ya son las 9 de la noche. El sexo mismo me parece más rico por la noche, me encanta la complicidad de la penumbra, la luz de unas velas. Algunas de esas cosas perderían gracia si no se hicieran de noche. Las películas de terror no asustarían igual. No me hallo levantándome a las 6 am para ir de rumba; no sé ustedes pero a mí no me dan ganas de bailar a las 9 de la mañana. Creo que si invitara a alguna niña a un desayuno romántico me miraría con cara de "pobre pendejo". Las velas "iluminando" unos huevos fritos y el café humeante no pegan. Ni hablar de un tamal con chocolate. Es más, aún si el desayuno conquistador tuviera efecto, la velada dejaría de ser velada y ya no podría invitarla a pasar la noche a mi casa, sino la tarde. "Cata, me encantó el desayuno, la he pasado muy bien. ¿Quieres pasar toda la tarde en mi apartamento? Creo que están dando Padres e Hijos". Qué vaina más jarta.

Por eso propongo que todos los trasnochadores y poco madrugadores formemos el UCOMA -Unidos contra la madrugada- nos juntemos y marchemos firmes a la Plaza de Bolivar, como señal de protesta, muy a las 11 de la noche. ¡He dicho!

jueves, 15 de abril de 2010

Un colombiano al vuelo

Aunque cada vez es más común viajar en avión ya que la crisis obligó a las aerolíneas a reducir costos y tarifas, los parroquianos como yo no solemos hacerlo. Como algunos de ustedes saben hace poco viajé a Estados Unidos y así aprovechar la visa que finalmente me dieron, tras tres intentos y diez años después de la primera solicitud. Es que así son los gringos.


Como les decía, yo no suelo viajar en avión. Yo soy de los que por lejos va al eje cafetero o los llanos y se carga en el carro hasta la grabadora para poner la musiquita en la veraniega finca. Primero llegar al bendito aeropuerto El Dorado. Nuestro glorioso aeropuerto internacional que es poco más que una terminal del aeropuerto de Miami, según mis cuentas tiene seis (6). Aqui a la izquierda está el mapa del aeropuerto de Miami, (no muy bueno porque la foto la tomé yo). Según mis cálculos, cada concourse -cada "rama"' es aproximadamente como El Dorado. Eso quiere decir que nuestro aeropuerto es cuando mucho la sexta parte del aeropuerto de Miami, pero con el doble de complicaciones y pereque -como dicen mi abuelita y mis tías-. La otra es la llegada de vuelos internacionales a El Dorado, que desde la primera vez que tuve la oportunidad de experimentarlo, salí frustrado y me sentí agredido. No sólo en el trato de nuestros "oficiales" aduaneros, sino que pasando seguridad te van soltando a la cochina calle. Es que así somos los colombianos. Imagínense a los visitantes llegar y encontrarse con esa primera cara. No, ¿pues qué más pueden esperar de Colombia? Bueno, pero este es tema para otro post. Lo dejaré para luego, porque así somos los colombianos.

A pesar del trancón más jijuemíchica para llegar al aeropuerto -recuerden que la avenida El Dorado está en obras de transmilenio- llegué a tiempo. Hice todo el proceso, llegué a la ventanilla de la aerolínea, dije con cara de "yo viajo mucho y me estresa su ineficiencia" el número de mi vuelo. La señorita que me atendió me dijo "siga, señor Gamboa, que tenga buen viaje" con una pequeña risita y tono burlón, con cara de "yo sé que ud es primíparo, se le nota a leguas". Subí a pasar las otras dos horas y media sentado. Qué vaina más jarta que lo citen a uno tres horas antes del vuelo ("it´s not rocket science"). Pasé un buen rato sentado tomándome a sorbitos muy pequeños el capuchino de Juan Valdez que pedí, había que alargarlo a ver si se me pasaba más rápido el tiempo. Afortunadamente me encontré con un amigo que viajaba también y nos hicimos compañía hasta que él abordó. Llegada la hora pasé la inspección de seguridad del DAS y entré. No sentí ninguna chuzada pero me revisé bien por todo lado, sólo para estar seguros. Con esa gente del DAS nunca se sabe.

Esperé un buen rato sentado a que permitieran el abordaje porque tenían alguna clase de problema, represamiento o pendejada. Sobre la hora nos llamaron a abordar pero, cosa curiosa, el vuelo partió a la hora indicada. Ahí es cuando yo me pregunto: ¿entonces para qué carajos nos citan con tanta antelación, si está demostrado que perfectamente se puede hacer todo el proceso en mucho menos tiempo? Me imagino que para evitar que todos lleguemos sobre la hora corriendo y dejando todo para última hora, como dije en mi anterior post. Es que así somos los colombianos.

Una vez en el avión me dio hambre y pensé que debí comer algo antes de subirme al avión. Le iba a pedir a la azafata que por favor me avisara cuando pasáramos por el peaje para comprarme unos pandebonitos, de esos que vienen rellenos de bocadillo y están calientes y todo. Ahora, no me pregunten cómo los calientan porque viene a mi imaginación cualquier cantidad de posibilidades, todas desagradables. Lo de pedirle a la azafata el favor es que uno por esas ventanitas no ve un carajo. Ni modos asomarse y sentir el aroma que le indica a uno que llegó a tierra caliente. Como cuando está uno llegando a Melgar. En los aviones hay que hacer acto de fe. ¿Y si al piloto le da por llevarnos a La Paz? ¿Quién se entera? Alisté los correspondientes 10 mil pesos para comprarme la bolsa de pandebonos y la botella de agua. Es mejor ser precavidos. Yo no conozco y si se me pasa el primer peaje ni idea cuándo sea el siguiente. Si sea por Cuba o ya entrando a La Florida. Dudo que sea en Las Bermudas, no creo que pasen por ahí porque dicen que allá asustan y hasta desaparecen gente. Como la guerrilla, pero en el mar, o sea piratas.

La azafata estaba como ocupada así que preferí preguntarle ya luego de arrancar. La vaina fue que me quedé dormido. El vuelo era muy temprano en la mañana y los que me conocen saben que odio madrugar aún más de lo que adoro trasnochar. Pues sí, me quedé dormido y me desperté al buen rato luego de un bache. Cogimos camino destapado o algo, por lo que supuse que deberíamos ir por Cuba más o menos. Me desperté exaltado y por instinto lo primero que hice fue mirar por la ventana. ¿No les ha pasado? ¿que uno se despierta en medio del vuelo y de una abre la ventanilla y mira? Qué pendejos, ni que uno fuera a ver todo ese azul y dijera "jummmm, ya pasamos Barbados". O "Mierda, me volví a pasar 10 cuadras!!!". Lo malo de los vuelos es eso, que uno no sabe dónde va, ni cómo va la cosa (Ok, a veces los pilotos se apiadan y cuentan algo al respecto). No es como cuando uno va para Bucaramanga y se entera de los nombres de los pueblos con sólo mirar los avisos de las tiendas: "Carnicería El Retiro", "Piqueteadero Palonegro", "Frutería Doña Gloria" ("Vea pues, llegamos a Doña Gloria Town: población 1500"). Claro que me tranquilicé un poco porque en el vuelo vi a un man igualito a Sayid de Lost. Si algo, ya tenemos el que torture a los que estén en la isla, a los otros. Es un alivio.

Este es el atardecer en el vuelo de regreso a Bogotá. Esto sí no se ve en el trancón Villavo - Bogotá. Al menos no desde esa altura



La otra para enterarse dónde va uno es gracias al ayudante del chofer que grita "EL ESPINAAAAAAL, EL ESPINAL INTERMEDIOSSSSS, CON PUESTOSSSS". Es una lástima que las aerolíneas no ofrezcan ese servicio. No sólo le ayudan al pasajero a saber dónde va sino que así se ocupan los puestos vacíos. En mi vuelo para Miami no iba ni medio avión ocupado. "MAYAMIIII, FOR LORELAI INTERMEDIOS CON PUESTOSSSSSSSS". Y esos chinos trabajan por un salario mínimo -y hasta menos, creo yo- así que no me vengan con pendejadas de que no se puede por costos, señores de Avianca. Al bajarme no hice el típico proceso de llevarme la cobija. La verdad me dio pena, aunque habría sido muy facil y todo el mundo lo hace, a pesar de que sepamos que está mal. Es que así somos los colombianos.

De vuelta a Bogotá, salí de Dallas muy a las 7 am, lo que significó llegar a las 5.30 (no a las 4 como habría indicado la norma de las 3 horas para vuelos internacionales) y me parqueé en Miami de 11 a 5 pm. 6 horas sin hacer un carajo, seis horas que se me hicieron eternas. Y sé que esto es normal, hay gente que tiene que quedarse 12 horas y más así. Qué perdedera de tiempo. Aparte que llega uno mamado. Es por eso que prefiero irme de puente cuando se pueda, salir a la hora que se me de la regalada gana, que no me toca levantarme 4 horas antes de irme, que no me hacen quitar los zapatos, el cinturón y la chaqueta, que no hay que sacar el portátil de la maleta para que los amigos vean que no hay una calibre 35 entre el monitor y el teclado. No hay que preocuparse porque se quedó el bronceador en el equipaje de mano y eso no está permitido. Puedes guardar el cortauñas en el bolsillo del pantalón si quieres (las emergencias manicurísticas pueden atacar en cualquier momento, si no pregúntenle a mis primas). Para ir a Villavicencio no hay que hacer tanta pendejada y no hay que someterse a ese estrés. La verdad no me parece divertido hacer fila para que le esculquen a uno la maleta como si uno fuera terrorista. ATRÁS!! TRAIGO UN CORTAUÑAS Y NO TENGO MIEDO DE USARLO!!

Cuando uno va a Villavo, en carro o en bus, uno se va escuchando su propia música y molestando con todo el mundo. No veo a los gringos estos aplaudiendo y diciendo "Quecaaaan tequecaaante, el burro dea-delaaante!!". Además que en inglés esa vaina no rima y "mamola" no suena igual de bacano. Sólo por eso, y para disfrutar de la informalidad de un paseo de puente, la próxima vez me voy con mis amigos a algún "balneario" colombiano a pasarla bueno y a cantar a todo pulmón bebiendo cerveza en la piscina. Además los paisajes colombianos y el verde de nuestras montañas no las iguala ni Mickey Mouse. Humilde Opinión.

sábado, 3 de abril de 2010

Tu procrastinas?

Los colombianos tenemos una pésima costumbre (no sé qué tan común sea en otras latitudes y longitudes, así que prefiero no acusarlos sin pruebas) y es la de dejar para luego lo que tenemos que hacer. Tengo un amigo que siempre llega tarde a las citas y reuniones. Cada vez que lo llamamos dice "sí, sí, aquí voy en la 127 con autopista, ya voy llegando" cuando ni ha salido de la casa. Por supuesto si salió tarde de su casa fue porque se quedó viendo el final de The Big Bang Theory, o prefirió bañarse después de almorzar.

A muchos nos ha pasado que estamos en el bus o en transmilenio y a algún otro pasajero -o aún peor, a nosotros- le suena el celular. El sujeto contesta y responde "Sí, sí, ya estoy llegando. Es que hay un trancón tenaz por acá. Voy en... Los Héroes!!" cuando en realidad está en la caracas con 53. ¿Por qué tenemos (me incluyo) esa manía de llegar tarde a las citas? Pues por la bendita costumbre de dejar todo para última hora. Osea: procrastinar. Investigando un poco, vi que el origen puede ser psicológico, físico o intelectual. Como quien dice medio Colombia está loco, mamado o es bruto. O las tres.

De todas maneras me niego a creer eso. Mi teoría es que la vaina va por el lado cultural. Nosotros culturalmente estamos acostumbrados a que a las citas se llega 15 minutos tarde. A las fiestas, pues más. Si alguien llega puntual es un desocupado o es novia fea. Qué mal, no les parece? Por el contrario, el hacerle perder a alguien 15 minutos es faltarle al respeto. A nadie le gusta estar un rato sentado (o de pie y mojándose) esperando a que el otro llegue. Yo lo hago mucho. No lo de esperar y mojarme sino lo de llegar tarde. Mea culpa. Aprovecharé Semana Santa para rezarme un par de oraciones ya que me estoy confesando.

En Colombia uno nunca llega a las fiestas a la hora que empieza porque "hay que hacerse el importante". Ir a cine de 9 es llegar a las 9 y 10 a comprar palomitas y gaseosa. Igual, la película empieza después de 20 minutos de cortos y publicidad. Por qué? pues porque ya se sabe que a las 9 el teatro está a medio llenar. No debería ser así. Si la película es a las 9, que empiece a las 9. ¿No?

Nos falta mucha cultura en varios aspectos y uno clave es este. Padecemos de "fuequeísmo". -'Quiubo Martínez, ¿cómo le fue con el informe?' -'Huy jefe, fue que me encargaron unas estadísticas para ya". O "fue que mi niño se enfermó". Llegamos incluso al punto de enfermar familia. Es más, este post lo escribí en dos tandas, porque no lo terminé en un tacazo. Y tenía pensado escribirlo desde hace como un mes. Me gusta el tema en otros países, sobretodo europeos, en que no te joden para nada, pero si las cosas no están en el tiempo en que dijiste, se arma la más tenaz. De eso se trata, de hacer las cosas bien, sin presiones cada media hora, pero terminarlas a tiempo. Nada más aburridor que el jefe preguntando cómo vas con eso que te pidió en la mañana.

En fin, la cosa es cultural y espero que poco a poco lo vayamos cambiando. Que tomemos lo bueno que vemos de otras culturas y lo aprendamos. Nosotros culturalmente somos muy conchudos, y estamos acostumbrados a hacer las cosas a medias. Los (nos) invito a procurar ser más cumplidos, a hacer las cosas a tiempo, a no dejar para mañana lo que podemos hacer hoy. A vivir el día como si fuera el último. Carpe Diem. Es más, querido lector, si estás pensando hacer un comentario sobre este post, dale, de una. De pronto mañana se te olvida. Prometo responderlo mañana, o pasado mañana, según.

Ellos ya siguen a la marmota

Marmotazos populares