sábado, 27 de marzo de 2010

Construyendo País

Un primo me hace llegar vía mail el correo de una amiga que habla bondades de Antanas Mockus. Me pidió el favor de que lo publique y, ya que él me va a dar posada en mi próximo viaje, no me queda más remedio. Mentira, lo publico porque me pareció bueno y porque compartimos afinidades políticas.

Cedo mi espacio entonces para Alena y la cosa política. No es secreto para nadie que yo soy seguidor de Antanas Mockus y creo que es la mejor opción. Siempre les he aconsejado que voten a conciencia. Les pido que se documenten bien acerca de los (sus) candidatos y analicen si sus propuestas son válidas y corresponden con lo que ustedes quieren del país. En últimas, si creen que esa persona los identificará en la presidencia. Con esa idea, mostramos aquí algo de lo que propone el señor Mockus y conozcamos más de él como candidato.

Entremos en materia, copio.

Construyendo país
Por Alena Cantillo.








Si en algo estoy de acuerdo es que en ocho años Colombia cambió un poco de camino, de dirección. En los gobiernos hay cosas buenas y malas, pero siempre es mejor ver el vaso medio lleno y no medio vacío, por eso me inclino a ver lo positivo que tenemos ahora y cuáles deberían ser las opciones para continuar desarrollando país.

Hoy los colombianos somos mas conscientes de lo que merecemos y lo que queremos, hoy nos tomamos mas tiempo para meditar, escuchar y decidir y eso nos vuelve mas democráticos. Algunos que lean esto pensarán que me lancé a la política... pues no es así (por ahora jeje). Es solo que en estos ocho años, ya tengo tres sobrinos (hijos de mis hermanas) y 3X sobrinos más, hijos de mis amigos y amigas y un futuro para construir con ellos y para ellos. Hoy, debe ser la edad, me duele más MI país. 

Esto es una invitación a que no seamos tan seguidores de la publicidad masiva, gocémonos el derecho de votar, de decidir. Hoy más que nunca me he dedicado a escuchar, a investigar, a leer acerca de las propuestas de nuestros candidatos a manejar este país. Algunos me han enorgullecido, con ese amor de  patria y otros me han desinflado por desinformación general del estado actual de Colombia. 




Debo puntualizar hoy en Mockus... Vivo en Bogotá, y vi el cambio de la ciudad con este trío de alcaldes, uno dedicado a la educación, otro a la inversión en proyectos de alto impacto y otro en lo social. Bogotá ha cambiado y su evolución ha sido de largo plazo, hoy los ciudadanos que vivimos en Bogotá somos más conscientes, más respetuosos del otro, pero la verdad es que si hemos visto cambios es porque aquí se tocó la fibra de los problemas, se inyectó una buena dosis de antídoto en la fuente de la enfermedad: Educación, cultura y eso lo hizo un buen pedagogo: Mockus!!!



Mi labor aquí no es convencerlos, doy mi opinón y se las doy a ustedes porque sé que la valoran. Me he puesto en la tarea de no hacer política, pero sí quiero como lo dije antes, construir país. Aquí les mando las propuestas de Mockus que atacan nuestros más profundos problemas sociales. 




Igual acepto de ustedes retroalimentación y opiniones... Esto puede ser un buen debate y por qué no, convertir nuestras reuniones en aportes sociales... Creo que se me comienza despertar la vena!!!




Un abrazo.




Las propuestas de Mockus:


"A través de este medio, quiero presentarles al candidato presidencial por el partido verde, Doc. Antanas Mockus y a su vez informarles algunas de sus ideas expuestas en el movimiento Visionarios por Colombia.

Si lo convence, por favor reenvíe este correo a sus contactos. 




Es muy útil, pues la campaña de Mockus no cuenta con suficiente propaganda política para entrar en la competencia de los que hoy encabezan los noticieros y las encuestas. 




La propuesta de Mockus es más honesta y menos mediática, pues quiere apartarse de esas aparatosas campañas políticas de los demás partidos, que no le permiten al ciudadano preguntarse por las propuestas del candidato, sino que lo convencen a través de una foto o una frase.



Antanas Mockus




Antanas Mockus nació en Bogotá el 25 de marzo de 1952, hijo de inmigrantes lituanos. Aprendió a leer a los dos años de edad, estudió en el Liceo Francés, en la Universidad de Dijón y en la Universidad Nacional de Colombia.  Tiene cuatro hijos y se ha convertido en el rostro del contra-político latinoamericano: efectivo, creativo, independiente y poco politiquero.





A mediados de la década de los noventa Antanas Mockus abrió un camino en política y en la administración pública muy diferente al que los colombianos estábamos acostumbrados.





Con el respaldo del voto de opinión llegó a la Alcaldía de Bogotá en dos ocasiones (1995-1997 y 2001-2003),. Logró la reducción de 70% en la tasa de homicidios, la disminución  de 50% de muertes por accidentes de tránsito, el ahorro del agua (el consumo bajó en un 40%)  además de subir el número de hogares con agua potable y drenaje (al 100 y 95%), y se mantuvo fiel a sus principios. El poder no lo distorsionó.





Con un carisma especial y una abrumadora inteligencia nos ha planteado elementales principios visionarios, como: la cultura ciudadana, la rumba zanahoria, el rechazo al atajo, el respeto a la vida, el  cuidadoso manejo de los dineros públicos, la corresponsabilidad, la coherencia entre fines y medios, la educación como mecanismo para dinamizar la productividad y mejorar la equidad social, entre otros. 



Su forma de hacer campaña política ha sido atípica. No se apoya en genios de marketing electoral, ni en empresas especializadas de estrategia de comunicación -tan común hoy en cualquier campaña política-. Apela a su intuición y a las ideas de personas de su equipo; combina arte y publicidad, y acude a símbolos, llegando a rayar con lo rocambolesco. Carece de maquinaria, aquella que aceitan la mayor parte de los políticos colombianos, y lleva cinco años construyendo el movimiento Visionarios por Colombia con la confianza de que son las ideas las que conquistan electores. Y en lugar de plata, lo que le sobra precisamente son ideas. Se toma el tiempo para comunicarlas y no teme a decir frases que quizás no sean las más vendedoras. Pedagogo por excelencia, olvida la milimetría política y los cálculos.

Sus consignas apelan a la honestidad y a la transparencia. No ofrece mercados, puestos, dinero, tampoco se explaya en promesas. Su discurso llama a los colombianos a la confianza. A una nueva forma de hacer política. Rechaza acuerdos diferentes a los programáticos, contradice la corrupción y promueve la cultura donde los dineros públicos sean dineros sagrados; o aquella de “no me pidas en privado, lo que no puedes sostener en público”. 

Sin embargo, las últimas elecciones no favorecieron, ni a sus listas al Senado y Cámara, ni a sus aspiraciones presidenciales. El ambiente se polarizó entre la derecha y la izquierda en Colombia, en una coyuntura política en la que se estrenó la figura de reelección presidencial y se introdujeron reformas políticas, que favorecen más las colectividades que a las individualidades.

Seguramente, Antanas Mockus sabrá, como ya lo ha hecho en otras ocasiones, revertir los fracasos en triunfos. No en vano, en las diferentes caminatas por las calles colombianas, él hace gala de un carisma que parece más el de un artista famoso que el de un político. La gente lo admira, lo reconoce y lo respeta. Como lo expresó la columnista Salud Hernández, en un editorial publicado en el periódico El Universal el domingo 23 de abril de 2006, “El ex alcalde de Bogotá se ha consolidado como paradigma. Es demasiado honesto para el estándar de la clase política".



Algunas frases de Antanas Mockus:

-Me encantaría que cada mañana, cuando un estudiante se levanta para ir a clase, comprendiera que allí, en su colegio o universidad, que cada maestro al dar la clase, o un papá al revisar la tarea por las noches, son los escenarios donde se juega la soberanía del país, la diferencia de poder futuro, no en la mesa de las negociaciones.

- No soy blando, soy un duro limpio.

- No me gusta que todo es negociable, comprable, como si el país se manejara a través de una lógica comercial.

- Es inaceptable históricamente la 'locha' tributaria de los hacendados colombianos.

- Un país más zanahorio, un país donde no todo vale, un país donde la productividad se eleva mucho y permite realizar los ideales a la Constitución porque la gente no se mata y porque la gente no toma ciertos atajos. Un país donde ley y cultura están más cerca, donde las obligaciones legales son culturalmente respaldadas: pagar impuestos, respetar el ordenamiento territorial, respetar, obviamente, los derechos fundamentales de los demás.

- El 'todo vale' es la peste de cualquier sociedad.

- Informémonos antes de votar, conozcamos las opciones, leamos el menú antes de ordenar.

- A mí me parece grave que la sociedad colombiana no tiene la suficiente indignación frente a crímenes de lesa humanidad.

- El acto de votar es un acto delicado, y yo veo que la campaña electoral es como un acercamiento mutuo donde la gente se escucha y se olfatea; es una cosa en las dos direcciones. Lo más importante es que la gente debe gozarse su posibilidad de escoger.

- No ofrezco un camino de rosas, sino uno de consolidación. Es como si pusieran unos cimientos en piedra y concreto, y ahora tocara construir más o menos en las mismas proporciones con ladrillo y arena. Fortalecer la seguridad con los componentes de justicia y control social, y fortalecer además la educación, por razones de productividad y de competitividad, amerita un esfuerzo económico grande.

- En Colombia lo que tenemos que ser es corresponsables. Tenemos que cuidarnos entre todos, regularnos entre todos, para no hacer las cosas chambonamente. Es cultura ciudadana.

- Los recursos públicos son recursos sagrados.

- A mí no me gusta mucho que la democracia dependa mucho de la plata, y yo creo que la gente lo entiende y todos los candidatos deberían hacer esfuerzos no por gastar al máximo sino por gastar mucho menos. Eso haría la democracia más creíble. La democracia es debate y votar después de haber escuchado.

- Creo en la democracia deliberativa: argumento va, argumento viene. Los intereses, al volverse públicos, se moderan o se pulen.

- A mí no me da miedo aplicar la autoridad para hacer cumplir la ley. Pero la autoridad hay que aplicarla basada en la pedagogía, más que en la fuerza, porque eso es lo que la hace legítima.

miércoles, 24 de marzo de 2010

La guerra de los sexos

Este post lo escribí para el blog de @NatyMH, fue publicado allí anteriormente. Lo pueden encontrar también aquí.

El día que Naty me invitó a escribir un post para celebrar el cumpleaños de su blog me sentí halagado. Además propuso el tema: "La guerra de géneros". Lamentablemente al momento de escribir esto, paso por una época en la que no tengo la libertad de escribir tan frecuentemente como quisiera, por eso no le pude cumplir la fecha. El día que hablamos se me ocurrió un tema. Un tema brillante, brillantísimo, que le pondrá fin a esta guerra de géneros. Cuando pensé en el tema me dije "carajoooo, bajito bajito me gano el nobel a las relaciones humanas", si es que esa vaina existiera. Lo malo es que se me olvidó. Es como cuando uno sueña algo, el número ganador de la lotería, la solución al problema de álgebra que nos tiene varados, o cómo arreglar ese bendito error en el software que estás desarrollando. Conclusión: jodidos.

En vez del escrito que habría cambiado el mundo como lo conocemos, entro a tocar otro tema, igual sujeto a la guerra de los géneros. El pasado domingo me hallaba almorzando con unos buenos amigos, entre ellos una mujer que me parece muy profunda y que además tiene la particularidad de darme tema para post cada vez que me la encuentro -a ella le debo al menos dos post más-. Pues muy coincidencialmente nos contó a los co-comensales que vio en televisión, Miami Ink, un tipo que llegó a hacerse un tatuaje (voy a improvisar porque no vi el programa, lo vio ella): "Quiero hacerme un tatuaje de un pez payaso". Yo me imagino al tatuador pensando "una de dos: o el pendejo se vio Buscando a Nemo y tiene una aleta jodida, o se cree un payaso". Cuando le preguntó el por qué al sujeto, este le respondió "los peces payaso cambian de sexo". Yo no tenía la más remota idea, así que me puse a averiguar y va uno a ver y sí, como se puede leer aquí.

El tatuador lógicamente quedó intrigado y le dijo que cómo así, que no jodás, que no sea marrullero. Bueno, no se lo dijo así, sino en ingles, o sea que le debió decir "marrulleitor" o alguna joda de esas. "O sea que ud va a ser mujer o qué" -"y... masssssomenossss. ERA mujer". Imagínense a un tatuador con la boca abierta, baba cayendo, y ojos saltones. Grotesco. De por sí los tatuadores son feos... Ok, no le demos tanta vuelta. El tipo era vieja y no parecía. Tenía pinta de darle en la jeta al señor gobernador de California -actor de marras-, según mi amiga narraba. Claro, ya hecho el corrillo al rededor de Oscar Mauricio, antes conocido como Claudia Tatiana, le preguntaron mil cosas, que qué se siente, que por qué se cambió el sexo, etc. Yo pensé que el "man" iba a decir que le parecía del carajo poder orinar de pie, que es lo que muchas mujeres aseguran envidiarnos a los hombres. Pero no. Una de las cosas que más le llamó la atención a mi amiga es que el sujeto aseguró que es cierto que las mujeres son más complicadas, menos prácticas, y que es real que no tienen tan buena orientación como los hombres. Ahí fue donde la interrumpí y le dije "no, ahí sí salió bien marrulleitor porque esa no se la cree nadie".

¿Cómo así? ¿Entonces son las huevas las que le dicen a uno "marica, era a la derecha, acuérdese", mientras la de la izquierda dice "déjese de huevonadas, haga la fácil, sea práctico"? Me rehúso a creerlo. ¡¡Las huevas!! Pues acontece y pasa que, analizándolo no es tan descabellado. La cosa no es de gónadas, sino de hormonas. No es física sino química. No somos tan diferentes entonces unos de otros, al menos en lo que a química se refiere. Basta con unas inyecciones de progesterona, o testosterona según sea el caso, para que te cambie la personalidad. Pues quedé de una pieza, porque pensé que era más complicado. Obvio, un hombre o una mujer no está definido únicamente por su forma de pensar, razonar o sentir. El cuerpo tiene mucho que ver. O sea, yo no me hallo con una Natalia París echada en un sofá viendo fútbol, bebiendo cerveza y rascándose la barriga, echando madres porque Messi se comió ese golazo, mucho menos la nena más sutil, suave y encantadora del mundo en el cuerpo de Leonel Alvarez, con bigote y todo.

Que vivan las diferencias, que vivan las viejas viscerales y hermosas. Que viva la "guerra de los sexos". ¡Yo me ofrezco a frentear por los hombres y buscar unas cuantas trincheras!

miércoles, 10 de marzo de 2010

Votemos

Se vienen elecciones en Colombia. Al respecto leí dos columnas que resumen lo que pensaba escribir en un principio. Hoy el marmotazo no creo que sea chistoso ni divertido. Si hablo a punta de "chascarrillo" pues pensarán que estoy mamando gallo y no: Hay cosas que ameritan algo de seriedad. Si están esperando el chiste, pailas.

Entremos en materia: La primera idea es la que bien dice Poncho Rentería: Si no vota, no opine. Hay personas que son apáticas para aportar, pero son las primeras en lanzar vituperios. Hay gente que nunca está contenta con nada. Que el colmo Samper y su elefante, que la tapa con Pastrana y la zona de distención. Ahora con Uribe también: "Ese presidente es un paramilitar, y es dueño de medio país", y así. Nada los tiene contentos. Ni siquiera el presidente con la más alta popularidad en mucho tiempo -quizás en toda la historia, pero no lo sé, no lo puedo asegurar-. Con las alcaldías igual, por ejemplo Bogotá. No eran felices con Mockus ni Peñalosa, mucho menos ahora con Samuel Moreno. ¿Será que ahora añoran a alguno de los alcaldes de otrora?

En fin. A lo que quiero llegar es a que si quieren tener el derecho moral de exigir, opinar y recriminar, pues voten. Votemos. Así sea en blanco. Votar en blanco es una manera formal (y gratis) de decir "No hay con quién", si eso es lo que quieren decir. No seamos abstinentes. Insulsos.

Una vez superada la barrera de la abstinencia, los invito a votar a conciencia. Como dice Mauricio Pombo, se demostró lo mal que está en este momento el polo democrático y lo desastroso que ha resultado su candidato como alcalde de Bogotá. Él propone votar por el partido verde, cualquiera de sus tres opciones. Si tienen tiempo, lean el artículo, me parece sensato. Esta mañana -y esa es la verdadera razon por la que decidí escribir hoy- hablaba con una buena amiga quien me decía que prefería votar por un candidato para hacerle contrapeso a otro. Personalmente no me parece lo correcto. Votemos por nuestro candidato y no en contra de otro. Supongamos que somos muchos los que queremos votar por alguien, en mi caso del partido verde, pero pienso que hacerlo sería perder el voto porque va mal en las encuestas o porque "nunca va a quedar uno de ellos". Ahora supongamos que muchos de los que queremos votar por el verde hacemos lo mismo. Al final, el partido verde parecerá tener menos fuerza de la que en realidad tiene, por nuestro temor a perder el voto. A mí no me interesa abultarle los números a alguien que no me convence. Lo que quiero es decirle a quien sí me convence que tiene mi apoyo sin importar si gana o no. Al terminar las elecciones perfectamente podrá ser una fuerza importante, como lo fue el Polo democrático en algún momento. Votemos. Y votemos por lo que queremos, no en contra de lo que no queremos.

Yo voto por uno de los tenores porque me parece que no tienen los vicios políticos de los demás partidos. Porque me parece que tienen propuestas sensatas y honestas, mas no oportunistas: "yo soy el sucesor de Uribe" o "yo voy a continuar lo que Uribe hizo", "yo cambiaré todo esto que no sirve". Qué bendita costumbre la de aprovechar las fallas o fortalezas de los demás, en lugar de hacer las nuestras. Lucho no me convence mucho, pero Peñalosa tiene un buen perfil administrativo y una preparación muy valiosa, mientras Mockus tiene todo el conocimiento que necesitamos. El tipo es tan pilo que por eso nos cuesta entenderlo. Pero ya todos sabemos lo mucho que mejoró Bogotá, cuando por esta ciudad nadie daba un peso, y todo a punta de educación. Nos cambió la forma de pensar, más allá de que ya hallamos vuelto a la misma falta de cultura gracias a dos administraciones de izquierda que no ayudaron mucho.

¿Se acuerdan cómo era Bogotá antes? Basura por todo lado, ladrones por todo lado, la ciudad era la más fea del país. Luego cambió un resto y hasta bonita se veía. La gente que venía de afuera decía "huy, pero como ha cambiado esto, como se ve de bonita". ¿O me equivoco?

Ahí les dejo ese trompo en la uña.

lunes, 1 de marzo de 2010

Tweetup #140Bogota

Este próximo sábado a las 3 de la tarde se hará en Bogotá lo que sería la primera reunión oficial de twitter en español o "tweetup" -yo no conocía el término-. La reunión será en el Bogotá Beer Company (BBC) de cedritos, más precisamente en la Av. 19 No 139-07 Cedritos.

Esta reunión es oficial porque es organizada por la cuenta oficial de twitter en español (@twitter_es) y al parecer vendrán personas de varios países, como México, según leí en ElTiempo. Algunos se preguntaron (nos preguntamos) que por qué oficial, "entonces las anteriores, ¿eran no oficiales?" Pues en últimas sí, la diferencia la hace que esta vez podrían venir personas que trabajan para twitter. Así las cosas, me parece un excelente espacio para que aprovechemos esta oportunidad que nos están dando por el sólo hecho de hacerse en Colombia.

Pienso que es el perfecto momento para que propongamos -solicitemos, preguntemos, dejemos la inquietud- de que a Colombia nos oficialicen como zona, así como es México hoy en día. Varias veces he leído en twitter cosas como "para que #referendo sea hashtag hay que estar en México". O cuando sacaron la opción de escoger el área muchos nos preguntamos por qué Colombia no está. Ok, esa es mi propuesta, pero muy probablemente hay más. Ustedes pueden tener otras. Los invito a que si quieren, de manera no oficial, comentemos aquí qué podemos proponer el sábado. Digo, si es cierto que viene alguien de allá y si es cierto que esta vez sí es oficial. Aprovechemos, no?

Ellos ya siguen a la marmota

Marmotazos populares