jueves, 12 de enero de 2012

Aquí entre nos


Acabo de llegar de una reunión imprevista de los Premios Twitter. Aprovechamos el momento para ver el video de la ceremonia, que hizo la gente de Slivo. La verdad me gustó mucho y esperamos publicarlo pronto para que todos lo vean. La decisión de no hacerlo público aún se debe a que si lo hacemos ahora, la gente va a empezar a preguntar por el listado de ganadores y las fotos del evento, cosas que no están listas.

Lamentablemente no están listas porque no hemos tenido tiempo de hacerlas. O quizás la disposición, lo acepto. Eso es lo malo de que las cosas sean por "canje", y es que son vistas como un favor. Exigir al respecto es un poquito más difícil.

Las personas que se ofrecieron a colaborarme tanto con las fotos como con algunos detalles del sitio web lo hicieron muy amablemente, en últimas sí es un favor que me están haciendo. Y como tal lo agradezco mucho. Pero supongo que no han tenido tiempo, o se les ha olvidado, o… no sé, muchas posibles razones. La conclusión es que eso no está.

Los pasos a seguir entonces son: hacerlo por nuestra cuenta. Aunque se demore un poco y no se vea tan bonito, hacerlo nosotros. Es muy aburridor pedir el mismo favor una y otra vez. Para hacer esto tenemos que hacer el sitio completo nuevamente o aprender la tecnología en la que está hecho. Veremos cuál es la mejor opción. Si no lo hacemos por nuestra cuenta, podríamos buscar a alguien que lo haga y pagarle por ello, pero de nuevo el tema es de plata. No hay, simple. Después de que el sitio esté listo, publicamos fotos y video. 

Algo que hablamos en la reunión es que queremos apoyar muchas campañas sociales desde la cuenta de los Premios. Es bonito regresarle a la comunidad algo de lo que nos ha dado. Finalmente si los Premios Twitter existen es gracias a los twitteros, así que si podemos apoyar iniciativas bonitas, campañas sociales que ayuden muchas personas, pues por qué no.

Varias de las cuentas por pagar las hemos tenido que cubrir con dinero de nuestros bolsillos: como la empresa de logística (los muchachos que se encargaron de controlar los accesos), el sonido (que aunque nos hizo quedar muy mal, hay que pagarlo), el backing (el telón que estaba en la alfombra azul, que lo verán cuando publiquemos las fotos), y otra serie de detalles más. Hasta las congas tuvimos que alquilar y no las hemos pagado en su totalidad. Ahora que recuerdo, el auditorio del Museo sufrió un daño y eso hay que pagarlo también.

Pero bueno, son gajes del oficio y aprendimos mucho de este evento. Creo que del año pasado a este mejoramos notablemente en organización y en calidad del evento. Como todo, tiene sus detalles y errores de los que esperamos aprender y evitar el año que viene. La experiencia fue muy gratificante y espero que pronto les podamos compartir el video de la ceremonia.

Agradezco mucho la confianza que depositaron en nosotros las diferentes personas que nos ayudaron, y las marcas que nos apoyaron. Las dos grandes marcas (Telefónica y Samsung) nos apoyaron también el año pasado y eso habla muy bien del evento. Les quedo debiendo el video, el nuevo sitio y otro post con los detalles del día de la ceremonia. Les quiero contar muchas cosas que pasaron "tras bambalinas".

Seguimos adelante, gracias a todos ustedes.

Yo quiero a Bogotá


Hace varios años escuché de boca de un amigo (no bogotano) una frase que dice algo así: "si los que vienen a vivir a Bogotá vienen a criticarla, bien pueden regresarse".

Aunque un poquito agresiva la frase, me sorprendió y me gustó que lo haya dicho alguien que no es de Bogotá, básicamente porque lo dijo con total convencimiento y pasión. Qué chévere. Eso me dejó pensando en que los bogotanos no sentimos tanto a Bogotá, no la queremos tanto, en gran medida porque cada vez somos menos los nativos de la capital, al menos porcentualmente. En otras palabras, en un grupo de personas los bogotanos cada vez somos menos.

En Diciembre estuve en una novena con unas 10 personas aproximadamente. Bogotanos éramos tres. El resto eran caleños y bumangueses. No sobra aclarar que la pasé de lujo y que me reí mucho con los comentarios de todos. Gente divertidísima.

Lo otro que pensé es que así como los bogotanos no queremos tanto Bogotá, no tenemos tanto sentido de pertenencia, muchos de los que vienen de afuera a vivir aquí tampoco lo hacen. Se van de sus pueblos o ciudades, vienen a Bogotá, y viven criticándola, juzgando a los bogotanos, tildándonos de varias cosas que, a mi juicio, son injustas. Hombre, es que hasta los extranjeros quieren más esta ciudad que algunos colombianos. Eso es falta de educación. Si no les gusta la ciudad, si no viven contentos ¿qué hacen en Bogotá? Y eso aplica para todas las latitudes del mundo, sea Lima, Nueva York, Nueva Delhi, o Sutamarchán.

Si van a otra ciudad y ésta los acoge, les da trabajo, amistades… una vida, es de maleducados criticarla. Al contrario de estas personas, tengo grandes amigos, gente muy cercana, que adora Bogotá, le duele cuando no le va bien, y trata de construir ciudad de a poquitos. Gente de admirar.

Son personas que critican pero constructivamente. Gente que sabe aportar. Personas que además de poner su granito de arena, nos llenan de sonrisas y amabilidad y cuando critican lo hacen constructivamente y no destructivamente, como debe ser. Se sienten tan bogotanos como los nativos e incluso nos enseñan a serlo.

A estas personas les agradezco que vengan a Bogotá y nos enseñen tantas cosas bonitas de sus regiones, que nos traigan alegría, que aporten y que hagan que ésta sea toda una capital. A los demás… bueno, si no les gusta pues váyanse y no critiquen.

Ellos ya siguen a la marmota

Marmotazos populares