jueves, 24 de enero de 2013

El lado oscuro del Graph Search

Facebook anda por estos días habilitando la nueva funcionalidad del graph search.

 Me pareció interesante y era el paso natural. Cuando ya se tiene mucha (muuuucha) información, se necesita algo que te ayude a buscarlo. Al principio, cuando se tenían pocas personas, uno podía leer las actualizaciones de todos, pero con muchos contactos esto es sencillamente imposible, por eso uno puede configurar si recibe las actualizaciones de alguien, o sólo las importantes -supongo que serán cosas como cambios de estatus: que me casé, que me separé, que tengo una relación complicada, y así. Incluso, se puede no recibir ninguna notificación de algún amigo. Claro, algunos se dirán que para qué tener un contacto del que no quieres recibir notificaciones, pero pues... casos se han visto. El jefe que sólo publica pendejadas, pero es el jefe. Aprovecho para aconsejarles que hagan todo lo posible por no tener al jefe en facebook. Hagan lo posible. 

Hay muchas maneras de configurar la privacidad en facebook, y no es tan complicado, pero requiere mucho tiempo. Yo sugiero tres configuraciones básicas: Lo que puede ver todo el mundo, lo que sólo pueden ver los amigos y lo que puede ver la familia. Eso hago yo.

Bueno, pero me estoy desviando. El tema es el graph search, que no es más que una herramienta para buscar la información que existe ahí. Uno en google puede buscar muchas cosas, pero no lo que hay en facebook.

Lo primero que noto al habilitar es que ahora las notificaciones quedaron al otro lado. Es una pendejada y uno se acostumbra, pero aún tengo el reflejo de mandar el puntero al lado que no es.
La búsqueda intenta ser intuitiva, así que recomiendan buscar por opciones básicas: 


  • "Mis amigos"
  • "Fotos de mis amigos"
  • "Restaurantes cercanos"
  • "Juegos que han jugado mis amigos"
  • "Música que le gusta a mis amigos"
  • "Fotos que me han gustado"

Estas opciones son una guía, el punto de partida. Pero en últimas uno puede buscar casi cualquier cosa, socialmente hablando. Ahí no voy a encontrar un estudio sobre la anatomía del pingüino, para eso está google.
En términos generales me parece buena herramienta, e interesante. Yo no creo que la use mucho, pero seguro habrá quienes lo hagan, ya sea con fines recreativos -tías, mamás, novi@s celos@s- o con fines lucrativos -marcas, investigadores de mercados, etc.- Seguramente facebook tendrá una posibilidad de comprar una versión completa de las búsquedas, por una módica suma. Tienen todo el derecho de financiarse de alguna manera.

Ahora la contraparte: Cualquier persona puede buscar cualquier cosa que uno haya publicado. Por ejemplo, en una entrevista mirarán al candidato al puesto, verán si vive de fiesta, si tiene amigos "de dudosa reputación" y así. O la más obvia: los stalkers o acosadores. Es muy sencillo buscar la información de cualquier contacto. En mi ejercicio busqué los lugares en los que ha estado mi amiga Claudia Berbeo (perdóname el abuso Claudita, espero no te moleste). Allí aparecieron varios lugares en los que Claudia ha estado, así que yo ya sé, con un par de clicks, dónde y cuándo estuvo.



Bueno amigos, la cosa es así: la información SIEMPRE ha estado. No es que ahora facebook está publicando algo que antes no. Lo que pasa es que ahora es más fácil encontrarlo. Todo esto nos debe llevar a pensar en qué clase de cosas publicamos en nuestras redes sociales.

Con la llegada de Foursquare mucha gente fue feliz haciendo check-in en sus casas. De manera que todos sabemos dónde viven, dónde trabajan, a qué hora llegan, a qué hora salen... y de ahí para adelante, que entre el diablo y escoja.

Las herramientas están, y la privacidad de mi información la determino yo, el usuario, no facebook, no instagram, no foursquare. La fórmula es sencilla: si no quiero que la gente sepa algo, no lo publico. Simple. Estamos cayendo -o caímos hace rato- en una tendencia a publicar todo. Desde la bandeja con carne y garbanzos del almuerzo de hoy, hasta información privada, que no deberíamos publicar.

Pensemos bien antes de publicar cualquier cosa. Internet no olvida (y muchas veces no perdona).


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